Desvaído es un atributo que se emplea para describir un vino que tiene poca consistencia en el paladar, que ha perdido sus atributos. Por ejemplo, pérdida de intensidad en el color, sabor y olor.
Se trata de un vino viejo, que tiene un envejecimiento exagerado o que tiene excesiva exposición al aire. Otros términos similares que se emplearían a este para describir un vino desvaído es descrépito, viejo o pasado.
Pueden dar lugar a vinos abiertos de color, lo que anteriormente se denominaba «clarete». Actualmente hay muchas técnicas en el mercado que hace muy complicado encontrar vinos desvaídos de color.