El enoturismo, una nueva forma de turismo que cada día atrapa a más viajeros.
Existen numerosas formas de hacer turismo. Hay quienes viajan a exóticos países y otros se decantan por grandes ciudades. Los hay que están fascinados por relajarse en playas paradisíacas o practicar deportes extremos. Pero, entre todas estas formas de ocupar nuestro tiempo de ocio, existe una, que cobra cada vez más fuerza (sobre todo, en países de gran tradición vinícola, como Francia o España).
Hablamos del enoturismo, una forma excepcional y muy aconsejable de llevar a cabo turismo rural y combinar el conocimiento de las formas y variedades del vino: cómo vive la gente que trabaja en este sector y todo el proceso, desde la crianza de la cepa de la uva hasta su conversión en estos caldos tan apreciados. En España, uno de los mejores lugares para adentrarte en el enoturismo es la Rioja Alavesa. El vino de Rioja es tan famoso que casi no necesita presentación. La singularidad climática y orográfica de sus terrenos, la larga tradición y los conocimientos de sus viticultores convierten sus productos en una Denominación de Origen Calificada casi sin parangón.
Pero realizar alabanzas es muy fácil. Por eso, os proponemos que lo comprobéis de primera mano y viváis en primera persona lo que se siente al adentrarse en las Rutas del Vino de la Rioja Alavesa. Podéis arrancar vuestra ruta, por ejemplo, por Laguardia. Ubicada en lo alto de un cerro, se considera la capital de esta región. Su carácter medieval, sus hoteles y su oferta gastronómica os cautivarán. Se fundó en el siglo X, para defender el Reino de Navarra. Entre sus numerosas bodegas, podéis visitar algunas, como las de Campillo, ubicadas en un espectacular edificio que se integra a la perfección en el paisaje. Dentro del casco urbano, también encontraréis formidables bodegas, como la del Fabulista, soterrada sobre la casa natal de Félix Mª Samaniego y que elabora los vinos de forma artesanal.
Pero vuestra ruta deberá seguir por otros pueblos, como Villabuena de Álava, donde se enclava nuestra familiar y tradicional bodega, Zintzo. Un enclave situado a ambos lados del arroyo Herrera y donde seguiréis imbuidos del Medievo y buen vino. Otra bodega importante es la de Hermanos Frías del Val, con una trayectoria que se remonta a los años sesenta y cepas de más de cien años. Pero las Rutas del Vino por la Rioja Alavesa no incluyen solo la entrada a las bodegas.
No podéis olvidar visitar sus numerosos museos, alojaros en sus casas rurales y otros establecimientos pintorescos y, ante todo, probar su gastronomía y sus caldos. Será, sin duda, una experiencia que rememoraréis cada vez que descorchéis un vino, ¿os animáis?