Con más de 15 años a sus espaldas, durante este mes se ha celebrado la última edición del concurso Mundus Vini, de reconocido prestigio y acogida para el mundo del vino a nivel internacional. Éste tiene por objeto el fomento de la calidad y promoción de la comercialización de los vinos que participen en el concurso. Tanto para productores como consumidores de vino supone una oportunidad de oro, donde su fusionan el esfuerzo, el reconocimiento del trabajo bien hecho con la orientación a la compra y una oportunidad para llegar a un amplio abanico de potenciales compradores. Desde hace dos años, el concurso se celebra dos veces al año con motivo de las ferias de otoño y al final de la temporada comercial anual, como cata de verano, y, es precisamente esta última, celebrada recientemente a la que nos veníamos refiriendo.
Tras la cata de verano, 150 miembros profesionales del mundo del vino conformando el jurado y procedentes de 38 países, acudieron como invitados a Neustadt (Alemania) en septiembre, donde tuvo lugar una verdadera maratón de vino. Al tratarse de un concurso de elevadas exigencias, la condecoración de medallas se limita a un máximo del 40 por ciento de los candidatos participantes.
¿Y qué han arrojado los resultados? Se han otorgado 22 de las codiciadas medallas Gran Oro, 781 medallas de oro y 920 medallas de plata. Si se realiza una evaluación por países, los resultados sitúan a España en una tercera posición en cuanto a número de medallas, concretamente 302, justo por detrás de Italia y Alemania.
Y sí, a pesar de las exigencias y de la gran competencia existente en el concurso, entre los premiados están dos de nuestros vinos Zintzo. El vino de vendimia seleccionada Izena ha recibido la medalla de oro y el vino crianza 5. Zintzo, la medalla de plata. ¡Nos llena de orgullo haber recibido esta condecoración por nuestro trabajo, nuestra pasión, el saber «hacer» del vino!
Llenos de gozo, además, por obtener este reconocimiento para los vinos de Rioja Alavesa y llevar el nombre de nuestra pequeña localidad de Villabuena de Álava, más allá de nuestras fronteras. Y a ello, sin duda, sumamos la satisfacción que supone haber continuado con la tradición familiar en nuestra bodega, cómo hemos ido mejorando y trabajando duro cada día para ofrecer los mejores vinos.
En este momento, merece la pena pararse un instante y echar la vista atrás para observar todos nuestros esfuerzos y nuestros logros. Sin duda, este reconocimiento supone un gran impulso para seguir hacia delante. Y con esta fuerte motivación seguimos trabajando más duro si cabe en plena vendimia 2016.
Esperamos sorprender con la cosecha de este año, mejorando nuestras técnicas vinícolas y aportando nuevos matices a nuestros vinos, para que cada trago sea único, con sabor a nuestra uva, nuestro terroir y nuestra cultura del vino.